EDMUNDO DE MONTECRISTO
Vitola de Salida: Edmundo.
Vitola de Galera: Edmundo (135 x 52).
Me preparo a disfrutar de un tabaco con tres años de añejamiento,fecha de manufactura, Marzo de 2009.
Lo he fumado en varias ocasiones pero nunca una unidad contanto tiempo de humidor.
Su aspecto es inmejorable, perfectamente torcido, capaCarmelita con mucho brillo, muy oleosa, sin venas y muy compacto. No recordabaque tuviese tanto peso.
Salgo con torch, consigo un aro de brasa correcto, corto conguillotina de hoja simple y remato con otro fogonazo. Realizo el ritual con soltura y si problemas.
1 T. Primeras bocanadas con sabores a maderas, tierra ypuntas dulces. Suave en su inicio. Muchohumo, denso y azulado, se hace dueño del local. Paso por nariz amaderado,rematado con un ligero picor suave.
En esta ocasión he elegido un maridaje clásico, agua mineralsin gas, para más información Acqua Panna.
Trago de agua y las notas dulces dan a conocer su origen:vainilla. Las maderas se hacen más potentes y se trasforman en cuero. Aumentode fortaleza a media.
Ceniza gris compacta y algo despeinada, tiro regular, uncepo 52 debería devolver más cantidad de humo del que me otorga, no mepreocupa. Combustión algo desparejada que va corrigiéndose sola.
Como iba contando las maderas pasan a cuero, las puntaspicantes a especiadas, el dulzor inicial desaparece. Paso por nariz untuoso,con sabor a buen tabaco.
Deja en boca un amargor delicioso, como el mejor chocolateBelga.
Me preocupa la combustión, no mejora y debo cambiar de manomuy frecuentemente. Si me viera un cubano diría que estoy “mareando el tabaco”.
Dejo descansar el cigarro en el cenicero, el humo que inundala sala la ambienta con un olor a cacao brutal, delicioso. Debo controlarmepara no lanzarme a por este Edmundo. Debe reposar.
Trago de agua, mantiene los sabores y baja la fortaleza, no meimporta, sigue dando una fumada casi perfecta.
Cada bocanada que expelo me deja una fina capa en el interiorde la boca muy agradable, untuosa, fácilmente perceptible. Puedo paladearla.
Vuelven las notas especiadas y tras fumar una cuarta partede este campeón, sigue teniendo mucho peso. Lo noto entre mis dedos, casi cansael tener que sujetarlo.
Vuelvo a darle un respiro y lo dejo reposar, esta vez, unbuen rato. No se apaga, responde perfectamente al “recreo” que le obsequio.
Por fin la combustión se arregla y ¿el tiro? No he caído enel tiro. Debe ser bueno. Me he despreocupado totalmente de este tema.
2 T. Retiro la ceniza, me cuesta, necesito varios golpescerteros, antes decido sacar una fotografía con el sujeto en posición defirmes. Imagen casi obligada en miscatas.
La fortaleza se mueve en la horquilla de los rangossuave-alta, media-baja.
El olor del ambiente noto puntas cítricas, percibo en bocasabores florales que tanto me gustan pero pocas veces encuentro en mis fumadasy mucho menos tan marcadas como estas.
Seguimos con las maderas, los cueros y las puntaspicantonas. Bueno, bueno!!!!
Fortaleza media, ahora sí, muy marcada. Combustión perfecta,tiro excelente, vámonos!!!!
No me canso de este segundo tercio, pero este Montecristosigue su ritmo, evoluciona y me enfrento a la recta final.
3 T. La fortaleza se mantiene, se hace más contundente alpaso por nariz. Como dicen los grandes entendidos las fortalezas altas debenser amables. Y en mi caso lo está siendo, amable y educada, de colegio de pago.
Retiro el segundo trozo de ceniza, como el anterior mecuesta. Las notas cítricas vuelven, elevando las maderas y los cueros.
Retiro anilla y de golpe las notas verdes, estallan,fuertemente mentoladas, maravilloso fin de fiesta, fortaleza alta.
Tras una hora y veinte, una de mis mejores fumadas termina.
Conclusiones:
FANTÁSTICO.
He disfrutado de una fumada de libro, pasando por todos losrangos de fortalezas, saboreando los más agradables aromas cubanos: tierra,cuero, madera, cacao, cítricos, vainillas… todos marcados, plenos, redondos!!!!
Muchas veces este cigarro ha sido muy criticado, acusándolede plano, aburrido, comparándolo injustamente con otras vitolas de Montecristo,con las que sólo comparte el cepo (52) y su denominación (Edmundo).
Petit Edmundo (110 x 52).
Gran Edmundo Edición Limita del 2010, Cañonazo (150 x 52).
Reitero que injustamente al ser vitolas diferentes, conligas diferentes. Montecristo se tuerce en 4 fábricas distintas con suscorrespondientes maestros de liga, no es coherente esa comparación. Lo que másme sorprende es que puestos a comparar se dejan de lado el Nº 2, la Pirámidesque también comparte cepo. Buscar lasdebilidades y fortalezas de las cosas o personas, es humano, pero cruel. Pensamientos
De lo que sí estoy seguro, Edmundo de Montecristo ha ganado con elañejamiento, ha evolucionado y nos da la oportunidad de disfrutar a todos losaficionados de un gran cigarro.
Vitola de Salida: Edmundo.
Vitola de Galera: Edmundo (135 x 52).
Me preparo a disfrutar de un tabaco con tres años de añejamiento,fecha de manufactura, Marzo de 2009.
Lo he fumado en varias ocasiones pero nunca una unidad contanto tiempo de humidor.
Su aspecto es inmejorable, perfectamente torcido, capaCarmelita con mucho brillo, muy oleosa, sin venas y muy compacto. No recordabaque tuviese tanto peso.
Salgo con torch, consigo un aro de brasa correcto, corto conguillotina de hoja simple y remato con otro fogonazo. Realizo el ritual con soltura y si problemas.
1 T. Primeras bocanadas con sabores a maderas, tierra ypuntas dulces. Suave en su inicio. Muchohumo, denso y azulado, se hace dueño del local. Paso por nariz amaderado,rematado con un ligero picor suave.
En esta ocasión he elegido un maridaje clásico, agua mineralsin gas, para más información Acqua Panna.
Trago de agua y las notas dulces dan a conocer su origen:vainilla. Las maderas se hacen más potentes y se trasforman en cuero. Aumentode fortaleza a media.
Ceniza gris compacta y algo despeinada, tiro regular, uncepo 52 debería devolver más cantidad de humo del que me otorga, no mepreocupa. Combustión algo desparejada que va corrigiéndose sola.
Como iba contando las maderas pasan a cuero, las puntaspicantes a especiadas, el dulzor inicial desaparece. Paso por nariz untuoso,con sabor a buen tabaco.
Deja en boca un amargor delicioso, como el mejor chocolateBelga.
Me preocupa la combustión, no mejora y debo cambiar de manomuy frecuentemente. Si me viera un cubano diría que estoy “mareando el tabaco”.
Dejo descansar el cigarro en el cenicero, el humo que inundala sala la ambienta con un olor a cacao brutal, delicioso. Debo controlarmepara no lanzarme a por este Edmundo. Debe reposar.
Trago de agua, mantiene los sabores y baja la fortaleza, no meimporta, sigue dando una fumada casi perfecta.
Cada bocanada que expelo me deja una fina capa en el interiorde la boca muy agradable, untuosa, fácilmente perceptible. Puedo paladearla.
Vuelven las notas especiadas y tras fumar una cuarta partede este campeón, sigue teniendo mucho peso. Lo noto entre mis dedos, casi cansael tener que sujetarlo.
Vuelvo a darle un respiro y lo dejo reposar, esta vez, unbuen rato. No se apaga, responde perfectamente al “recreo” que le obsequio.
Por fin la combustión se arregla y ¿el tiro? No he caído enel tiro. Debe ser bueno. Me he despreocupado totalmente de este tema.
2 T. Retiro la ceniza, me cuesta, necesito varios golpescerteros, antes decido sacar una fotografía con el sujeto en posición defirmes. Imagen casi obligada en miscatas.
La fortaleza se mueve en la horquilla de los rangossuave-alta, media-baja.
El olor del ambiente noto puntas cítricas, percibo en bocasabores florales que tanto me gustan pero pocas veces encuentro en mis fumadasy mucho menos tan marcadas como estas.
Seguimos con las maderas, los cueros y las puntaspicantonas. Bueno, bueno!!!!
Fortaleza media, ahora sí, muy marcada. Combustión perfecta,tiro excelente, vámonos!!!!
No me canso de este segundo tercio, pero este Montecristosigue su ritmo, evoluciona y me enfrento a la recta final.
3 T. La fortaleza se mantiene, se hace más contundente alpaso por nariz. Como dicen los grandes entendidos las fortalezas altas debenser amables. Y en mi caso lo está siendo, amable y educada, de colegio de pago.
Retiro el segundo trozo de ceniza, como el anterior mecuesta. Las notas cítricas vuelven, elevando las maderas y los cueros.
Retiro anilla y de golpe las notas verdes, estallan,fuertemente mentoladas, maravilloso fin de fiesta, fortaleza alta.
Tras una hora y veinte, una de mis mejores fumadas termina.
Conclusiones:
FANTÁSTICO.
He disfrutado de una fumada de libro, pasando por todos losrangos de fortalezas, saboreando los más agradables aromas cubanos: tierra,cuero, madera, cacao, cítricos, vainillas… todos marcados, plenos, redondos!!!!
Muchas veces este cigarro ha sido muy criticado, acusándolede plano, aburrido, comparándolo injustamente con otras vitolas de Montecristo,con las que sólo comparte el cepo (52) y su denominación (Edmundo).
Petit Edmundo (110 x 52).
Gran Edmundo Edición Limita del 2010, Cañonazo (150 x 52).
Reitero que injustamente al ser vitolas diferentes, conligas diferentes. Montecristo se tuerce en 4 fábricas distintas con suscorrespondientes maestros de liga, no es coherente esa comparación. Lo que másme sorprende es que puestos a comparar se dejan de lado el Nº 2, la Pirámidesque también comparte cepo. Buscar lasdebilidades y fortalezas de las cosas o personas, es humano, pero cruel. Pensamientos
De lo que sí estoy seguro, Edmundo de Montecristo ha ganado con elañejamiento, ha evolucionado y nos da la oportunidad de disfrutar a todos losaficionados de un gran cigarro.
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